martes, 1 de noviembre de 2011

DIA DE DIFUNTOS

Creo en el encanto de los momentos que consiguen perdurar en el tiempo, creo en los sueños que se hacen realidad cuando uno lucha por ellos y en aquellos que mantienen la mente despierta y el corazón en vilo.

Creo en las sonrisas radiantes que nacen desde lo más profundo del alma, en las miradas que traspasan y en los abrazos que queman la piel.

Creo en los besos que se dan sin sentirse obligado.

Creo en las gotas de lluvia que revitalizan la sangre después de las tormentas y en los rayos de sol que se ocultan detrás de las nubes negras mostrando una pincelada de esperanza.

Creo en las noches oscuras donde prevalece la luz resplandeciente de las estrellas y el halo blanco de la luna en todas sus formas.

Creo en la magia de la palabra impregnada de poesía que permanece entre los ecos del viento susurrando entre los árboles sin llegar a desaparecer.

Creo en el significado de una rosa roja imaginaria posada sobre una lápida real en los días de lágrimas amargas.

Creo en el poder de una vela encendida a tiempo como símbolo de las cenizas de lo que un día no muy lejano fue un cuerpo, un corazón, una mente, un alma, unos pensamientos, unos gestos, unos momentos, un padre.

Me basta una vela encendida, con su candor, su luz y su magia, para sentir a mis ángeles a mi lado. Porque creo en el poder de la memoria.

Me basta un montón de recuerdos de instantes y palabras con los que fabricar sonrisas cuando éstas se me apagan.

Me bastan un montón de fotografías desgastadas y palabras escritas para no olvidarme de quién soy y de dónde vengo.

No importa si no acudo al cementerio, solo son cenizas y huesos yermos lo que hay detrás del mármol negro. Para mí, en el rincón más oscuro de mi corazón, todos los días son días de luto, todas las campanas tocan a muerto, a mis muertos.

Y cuando todas las cosas no bastan, aún tengo a mi sangre latiendo enfurecida, sobreviviendo, recordándome que sigo viva, y que mientras yo esté en pie, ellos seguirán escondidos perdurando entre los rincones del tiempo.

Y cuando todas las cosas no bastan, aún tengo una rosa roja tatuada en mi pecho posada sobre unas cenizas ocultas dentro de mi corazón, para todos los días de difuntos que me quedan por vivir, para todos los instantes en los que recordar no basta para sonreír, para todos los días de lágrimas amargas y espesa niebla negra revoloteando entre los resquicios del alma, para poder conseguir las fuerzas necesarias para caminar y sonreír, para soñar y luchar, para escribir.

Me basta mi memoria, mi sangre, mi corazón, mi alma, mis recuerdos, mis sentimientos.

Me basta la luz de una vela encendida que nunca se apaga.

Me bastan las dos almas de mis ángeles dentro de mi alma.

Me basta el amor inmortal que no desaparecerá nunca porque siempre permanecerá dentro de mis venas, cantando alegre, adormecido, como quiera.

Creo en los sentimientos que nacen desde el corazón.

Me basta sentirme bien conmigo misma, quererme y saberme guerrera para enfrentarme al mundo, a la vida y a todo lo que me rodea. No hago daño a nadie. Soy sincera.

Soy lo que no esperan de mí, soy quien quiero ser…

Me basta mi memoria, mi sangre, mi corazón, mi alma, mis recuerdos, mis sentimientos, mi esencia.

Me basta la luz de una vela encendida que nunca se apaga.

Me bastan las dos almas de mis ángeles dentro de mi alma.

Me basta el amor inmortal que no desaparecerá nunca porque siempre permanecerá dentro de mis venas, cantando alegre, adormecido, como quiera.

5 comentarios:

  1. Los días de difuntos son tristes, pero es hermoso saber que no les olvidamos. Y que aún siendo tan difícil como cualquier día se merecen un día en especial, para quienes quizá se olvidarían.
    Un beso

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  2. Me quedo con el amor inmortal.

    Un beso.

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  3. Un día para recordar a nuestros seres queridos, ellos saben desde donde estén que nunca los vamos a olvidar. Quizás por ese motivo hoy me envuelve la tristeza ante el recuerdo de mi padre…
    Me encanto pasar por tu espacio.

    Un beso

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  4. Dicen que es un día difícil para quien tiene a quién recordar. Para mí, a momentos, lo son todos. Pero luego recuerdo y sonrío... Porque es así como querrían vernos los que se han ido.

    Besos ^^

    P.D-Estoy un poco torpe estos días de tanto ajetreo. Creí que seguía el blog y no aparecía en la columna de seguidores... Pero ya está solucionado :)

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