miércoles, 17 de abril de 2013

LAS PALABRAS NO TIENEN FRONTERAS

Perdón por la desconexión. Demasiadas historias en mi cabeza y poco tiempo para dotarles de sentido. Después de terminar mi primera novela me he quedado un poco plof. Pero resurgiré. Tengo varios frentes abiertos.

Gracias a Iris por inspirarme esta entrada.

LAS PALABRAS NO TIENEN FRONTERAS.

Palabras ¿Qué sería yo sin mis palabras?

Las palabras esconden futuro, vidas pasadas, vidas que no fueron nada y se tornan reales al ser inventadas.

Las palabras sobrevuelan cielos inesperados, esperando a que alguien las aferre entre sus manos. Esperando a que alguien las devore, las beba, las sienta.

Las palabras no tienen fronteras. Cruzan países y charcos, mares y montañas. Estrellas. 

Entre los ecos del viento navegan. Entre burbujas de cristal revolotean. Esperando una voz que las pronuncie entre susurros, alimentándolas.

Las palabras no tienen fronteras.

Las palabras sobreviven a las barreras del tiempo, a los deshechos de historia, a los recuerdos. A veces se distorsionan, otras enmudecen y casi se olvidan, pero al final resurgen entre la niebla para volver a florecer.

Las palabras siembran los campos, beben de la luz del sol y se hacen fuertes, beben de los rayos de esperanza y crecen. Las palabras no merman ni siquiera al ser regadas por la oscuridad de la noche. Descansan.

Las palabras no tienen fronteras.

Las palabras disfrazan sentimientos enérgicos, lágrimas, sueños, anhelos, suspiros y quimeras.

Las palabras llevan tinta y sangre en sus venas. Las palabras transportan vida allá dónde llegan. Porque las palabras no entienden de muerte. Son eternas.

Las palabras no tienen fronteras.

Las palabras dan cuerda a los corazones que las crean, cuando alguien las anhela y las extraña. Cuando alguien sueña con ellas.

Las palabras no tienen fronteras.

¿Qué sería yo sin mis palabras?

Silencio. El silencio que susurra la muerte del alma.

Palabras.

Silencio.


*Para Iris,  por alimentar de anhelos mis palabras. Hoy cruzarán más que nunca hasta el otro lado del charco. Prometo en una próxima entrada, regalaros un nuevo relato de esos que tanto os gustan.

4 comentarios:

  1. PRECIOSO, menudas imágenes, dar cuerda, sin fronteras... genial!
    mil besos!

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  2. Envidio a todos aquellos que saben desconectarse de un blog para escribir novelas, yo ni así lo consigo, quizá porque las palabras que se comparten llevan mayores verdades que aquellas que aún permanecen entre la niebla de quienes quizá no las leerán. No sé y la verdad, que tampoco me importa.

    Para haber permanecido callada has vuelto a la escritura con un texto precioso y lleno de verdad que maravilla leer.
    Un beso

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  3. Ciertamente, esto es un ejemplo de que "Las palabras no tienen fronteras" :)
    Muchas felicidades por este bello mensaje Rebeka :) ¡Eres genial!
    Mi parte favorita: "Las palabras transportan vida allá dónde llegan." Porque eso es tan cierto; traen vida :)
    Y gracias por dedicármelo :') Me encantó.

    Te envió enormes abrazos desde este lado del charco :3
    Nunca dejes de escribir :D

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  4. Tarde u.u pensaba que ya había comentado esta
    entrada, pero por lo visto se quedó solo en intención.
    Es precioso y encima dedicado ; ) esos son de los mejores.
    Es muy cierto, las palabras no entienden de fronteras.
    Nuestros sueños están hechos de palabras, de esas que ayudan
    al fluir del alma.


    Un abrazo.

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