lunes, 28 de octubre de 2013

CARTA A LA CHICA QUE FUI

Siguiendo la inicitiva de Maite Belda, en su blog, me sumo a escribir esta carta, podéis probar. Es muy terapéutico.

¡Querida Rebeca!


Cuando está carta llegue a ti no la tengas en cuenta al pie de la letra. Hay un mundo ahí afuera que te está esperando solamente a ti, y si cambias en algo tu forma de ser, posiblemente el día de mañana no serás quien eres ahora, y eso no nos lo podemos permitir, pero quiero decirte un par de cosas que no has de olvidar nunca, que quizá te ayuden a ver el mundo con más claridad.


- Tu familia te quiere y siempre te querrá, para ellos siempre serás la princesa del cuento, aunque a veces no sepan decírtelo con palabras, estate bien atenta a sus miradas, ellas te hablarán.


- El último año de colegio, cuando curses octavo, será un infierno total. Te insultarán, te pegarán, te harán la vida imposible, pero eso te ayudará a ver a las demás personas desde otra perspectiva. Te dotará de una sensibilidad diferente. Llorarás, y te sentirás fatal contigo misma, desearás ser otra persona, pero eres fuerte y lo superarás.


- Sigue soñando, no dejes que nunca nadie te haga pensar que tus sueños no merecen la pena. Algún día los conseguirás.


- Sigue escribiendo. A todas horas, desde poemas, hasta relatos pequeños, frases sueltas, lo que te apetezca. Puede que el día de mañana la escritura sea lo único que te haga sentir completa.


- Estudia, no te saltes tantas clases y finaliza tus estudios, porque quizá algún día los necesites, y no podrás ser más de lo que eres porque no los tengas.


- Cuidado con los amigos, aquellos que dicen serlo no siempre lo serán. Date a los demás pero jamás te olvides de darte a ti misma. Algún día valorarás este consejo.


- No bebas, el alcohol nunca va a solucionar tus problemas, te seguirás sintiendo igual de sola y vacía que estando sobria, y lo único que vas a conseguir es emborrachar tus neuronas y perder memoria.


- No pruebes ciertas sustancias para hablar más y ser menos callada, eres como eres y es eso con lo que te tienes que quedar. Piensa que si no hablas quizá sea porque no estás en el momento adecuado con las personas adecuadas.


- Abre tu corazón. Pero también ponle una coraza de hierro, porque déjame decirte pequeña, que habrá personas que lleguen a tu vida dispuestos a hacerte daño. Te lo harán y tú no podrás evitarlo. Pero lo que no nos mata nos hace más fuertes, recuérdalo.


- Pasa tiempo con papá, no discutas, no llores y no patalees porque no te deje salir hasta altas horas de la madrugada los fines de semana, simplemente lo hace para cuidarte.Porque eres su niña pequeña y aunque crezcas él te seguirá viendo como su reina. No te estás perdiendo absolutamente nada en la noche. Disfruta de cada segundo con él, escúchale, tiene mucho que decirte, aunque hable poco. De verdad, sé lo que te digo, aprovecha cada momento junto a él.


- Que jamás te importe ser el patito feo, los chicos que lleguen a tu vida y te entren por el ojo no se percatarán de tu presencia, ¿pero sabes qué? dentro de algunos años, llegará un HOMBRE  a tu vida mucho más mayor que tú, y entonces conocerás el AMOR  de verdad, y volverás a sentirte la princesa del cuento otra vez.


- Y cuando te sientas traicionada por tus amigos, vacía y sola, verás que la vida, en el peor momento de tu vida, te ofrecerá personas maravillosas que aunque estén lejos te harán sentirte especial. Hablarás de libros, de cine, de música, y entonces sentirás que a pesar de la distancia has encontrado tu lugar.



Porque déjame decirte Rebeca, que hay un lugar muy especial en el mundo hecho a medida para ti. 

Así que olvídate de las cuchillas de afeitar, de las melancolías y de las tristezas, porque llegará un momento de tu vida en el que las personas que están a tu lado te necesitarán, cambiarás su mundo con tus sonrisas, y si te haces daño y te arruinas no conocerán lo hermosa que puedes llegar a ser, por fuera y por dentro.


Sé cómo estás siendo hasta ahora, pero cuidado. No te vengas abajo, eres una guerrera valiente, lo llevas en la sangre. Lucha, lucha y lucha, no te des por vencida. Algún día verás que tengo razón.


Un abrazo gigantesco, una Rebeca más mayor que no sería nada sin ti.