Alumbrados por la luz de una lámpara laten dos
corazones perdidos entre la oscuridad en un salón de cabaret. En un Molino Rojo
en la Ciudad del Amor.
Mirándose a los ojos. Hablando sin hablar.
Y tras el eco de la noche umbría la luz de los focos
irradia el lugar.
Contagiando ilusión y sueños por cumplir.
Y entre la música del alma se balancean las miradas.
Y las sonrisas brillan, y la tristeza no existe, y
la sangre camina exaltada, ardiente de vida.
Dos corazones que se encuentran así mismos al estar
unidos, alumbrados por la luz de una lámpara mágica.
(Lámpara de mesa en el Moulin Rouge. Fotografía de M.G.M.)
ESTRELLAS DE CRISTAL
Y alcé la vista al techo.
Y miles de estrellas de cristal resplandecieron
titilantes.
Y toneladas de sonrisas sonrieron unas detrás de
otras, sin atropellarse, en silencio.
Y la oscuridad se detuvo, y la luz iluminó mi
corazón, y sus latidos temblaron ansiosos por soñar, y mis manos vibraron
anhelantes por escribir palabras.
Estrellas, luz, oscuridad, recuerdos, sonrisas,
sueños.
Y alcé la vista al techo.
Y miles de estrellas de cristal resplandecieron.
Y la distancia se esfumó convirtiéndose en cercanía
del alma.
Porque nunca se está demasiado lejos mientras
sigamos sintiendo.
Estrellas de cristal.
Sueños.
Estrellas.
Cristal.(Lámpara de cristal en el techo de la entrada del Moulin Rouge. Fotografía de M.G.M.)
LABERINTO
Laberinto de pensamientos, ideas enmarañadas, en el
lago de mi cerebro.Letras circulares que retornan al punto de salida sin ser alguien.
Palabras perdidas en espirales.
Frases que se disipan entre las partículas de agua
dulce. Salada agonía que me mata.
Y el papel blanco se va tiñendo de acentos
inconcretos a cada paso pronunciado, alimentando el camino de la divagación.
Creatividad, imaginación, laberinto de espirales,
lamentos a las musas de las fuentes por las palabras que no nacen.
Cercanía, lejanía, piedras, hojas, árboles, agua.
Tic-tac. El tiempo acontece.
Pum-pum. El corazón late.
Frases, palabras, ideas, sueños perdidos en
laberínticas espirales circulares.
(Jardin de Versalles. Fotografía de M.G.M.)
Los viajes siempre han diso fuente de inspiración para los escritores, me alegro de que tu viaje inspirare unos microrrelatos (o reflexiones) tan bonitos.
ResponderEliminarNo sé cuál me gusta más la verdad, no es fácil decidirse, pero creo que me quedo con Laberinto.
Me gusta mucho como lo comparas con tu cerebro, con todos esos pensamientos que bullen en tu interior.
Un beso y continua deleitándonos con tus palabras :)
"Y la distancia se esfumó convirtiéndose en cercanía del alma." :')
ResponderEliminarTengo que ir a dormir a bebé, me voy con una sonrisa :)
Un abrazo, preciosa!