SALÓN DE LOS ESPEJOS
Cristal. Lámparas. Frescos bíblicos. Rey Sol. Oro.
Cristal. Ventanas. Dobles puertas. Espejos.
Mirada, rostro, cuerpo, bruscos movimientos. Lágrimas, sonrisas, pasos, leves gestos. Inocencia.
Mirada. Alma.
¿Alma?
Alma transparente.
Almas gris.
Alma contaminada.
Mirada. Alma.
Y entre la pureza o no pureza que desprenden esos ojos a través del espejo, busco desesperada un reflejo que me muestre lo que llevo dentro.
Y al pronunciar mi mirada puedo ver destellos de lo que se esconde dentro de mí. Quien fui, quien soy, quien quiero ser, quien seguiré siendo.
Tiempo acontecido. Muertes. Silencio. Lágrimas, sonrisas, pasos fructíferos.
Sueños. Abandonados. Rotos. Cumplidos. Que aún sueño.
Espejo de almas que se comunican, que se encuentran después de los años en el mismo salón al regresar en otra línea de tiempo.
Almas que se reflejan en un salón lleno de espejos. Y que entre destellos añoran encontrar lo que un día fueron.
Cristal, lámparas que se desprenden del techo. Frescos. Puertas dobles. Oro. Rey Sol. Antigüedad. Edad temprana. Edad madura. Cristal. Espejos.
Mirada, rostro, cuerpo, movimientos.
Pupilas umbrías, pupilas centelleantes. Sueños.
Mirada. Pedacitos de mi alma.
¿Alma?
¿Dónde está mi alma?
(Salón de los espejos en Versalles. Con 10 años quedé hechizada. Con 26 me enamoré aún más al comtemplarlo. Mi rincón favorito de Versalles. Fotografía en tono dramático realizada por mí durante el verano).
ANGELES INFINITOS
Ángeles de rostro marmóreo y triste. De alas
desgastadas por el tiempo, de cuerpo arrugado y congelado por la escarcha de
los siglos.
Ángeles infinitos.
Ángeles que protegen, custodian, escuchan lamentos y peticiones. Que lloran sangre y sudor, que derraman rímel y cenizas, que sonríen sin ser vistos. Que se comunican en silencio.
Ángeles infinitos.
Ángeles cuyas miradas traspasan la piedra y penetran corazones. Tornándose inolvidables.
Ángeles de rostro marmóreo y triste, de alas agrietadas por el sufrimiento, de cuerpo paralizado por la escarcha de los siglos.
Ángeles infinitos.
TORRE EIFFEL
Y entre la niebla de la noche su luz apareció. Sus
destellos danzaron iluminando con su magia: siluetas, corazones, gárgolas.
Su luz radiante congeló el tiempo, avivó la sangre y susurró al corazón toneladas de sueños.
Y a cada parpadeo nuevas ilusiones nacieron.
Y entre sus antiguos cimientos de hierro revolotearon un montón de recuerdos de otros tiempos, otra edad, otros pensamientos.
Y la noche indefensa se rindió ante su majestuosidad, relegándose a un segundo plano.
Luces, amor, romanticismo, ilusión, tarareos, susurros, voz.
Nunca una dama de hierro tuvo tanta belleza.
Nunca una dama de hierro iluminada desprendió tanta magia engalanada de sueños.
Pestañeos de luz.
Destellos.
Recuerdos.
Shhhh.
Sueños.
(Torre Eiffel durante nuestro Paris iluminado. Fotografía de M.G.M.).
Precioso. Espero leer también el dedicado a Londres.
ResponderEliminarParís es eterno. La ciudad civilizada por excelencia. Me has recordado mis viajes por Francia de hace treinta años. Casi sin un franco en el bolsillo, pero con una maleta llena de ilusiones. Y con un alma joven y cargada de futuro.
Un beso.
P.D. Ayer llego el correo, hoy respondo.
Estoy segura de que has soñado (aunque solo fuera un poquito) con regresar a estos lugares dentro de un tiempo y reencontrarte contigo misma en cada espejo, en cada rincón o bajo cada luz... La vida nos cambia pero en esencia seguimos siendo los mismos.
ResponderEliminarHe disfrutado mucho leyendo (y releyendo, para qué ocultarlo) estos relatos que acompañan a las fotografías. Como siempre muy personales, muy poéticos, muy tú ^^
Son preciosos, me han encantado especialmente el de Angeles infinitos y el de Salón de los Espejos. Las fotos son alucinantes, París tiene que ser precioso, espero poder visitarlo algún día. Por ahora solo he estado en Bélgica y en Holanda, ojalá que con el paso de los años vaya conociendo mundo ^^
ResponderEliminar"Ángeles cuyas miradas traspasan la piedra y penetran corazones"
Me encanta esta frase, es preciosa. ¿Has leído ya Favole? Si no lo has hecho el relato del ángel de piedra te encantará ; )
Sigue viajando y soñando en palabras.
Un abrazo, amiga.
Aun no he terminado de leer Favole. Es para matarme pero no he parado xD
EliminarLo leeré y te comentaré!! ,-)
Un abrazo Ana!
Nunca he ido, es un "quizás" y sobre todo un "ojalá".
ResponderEliminarGeniales los relatos, en especial el de los espejos que me ha encantadoooooooooooooooooooooooooooo <3 <3 <3 :)
Voy a ver esa lámpara roja de cerca ;)
Mil besos!