Una verdad.
Corriente continua.
Palabras que se sumergen dentro de la
piel y arden entre cosquilleos.
Palabras que secan lágrimas.
Palabras que susurran sentimientos,
pensamientos, sueños y libertades.
Y es que ahora soy más consciente que
nunca de que mis ángeles están en la corriente continua de mi sangre.
Lo sé. Porque lo puedo percibir.
Lo sé, porque nací de ellos, porque
lucho y sobrevivo gracias a ellos.
Lo sé porque ellos me hacen fuerte.
Lo sé porque la sangre que albergan
mis venas es y siempre será sangre rebelde.
Su sangre. Sangre que me fue
transmitida al nacer y que sigue aquí, intacta, viva, mientras yo siga en pie.
Y cada palabra que nace, cada
sentimiento que expreso, es suyo también. Porque sus corazones de ceniza y
huesos ayudan a mi corazón a seguir latiendo. Sus latidos son míos también.
Al igual que mis latidos son en parte
suyos.
Mi sangre, su sangre. Sangre rebelde
que convierte las lágrimas en palabras de tinta emborronada.
Y gracias a esa corriente continua
seguiré mirando al cielo en busca de estrellas, esperando mi oportunidad para
brillar. Y caminaré paso a paso, hasta conseguir rozarlas y obtenerlas.
Porque sé que mis sueños están allí,
justo detrás de los puntos de luz del firmamento.
Porque hay sueños grandes, difíciles
de conseguir. Porque hay imposibles.
Pero imposible no es una palabra que
entre en el vocabulario de la sangre rebelde.
Preferimos morir en el intento,
siempre luchando, sin arrodillarnos por completo.
Y no importa cuántas veces caiga
derrotada. Me levantaré una y otra vez, hasta conseguir lo que quiero
conseguir. Porque llevo su fuerza dentro de mí. Sangre rebelde.
Y ellos no tienen que volar, no tienen
que desplegar sus alas para hacerse visibles, porque han estado, están y
siempre estarán, en la corriente continua de mi sangre.
Su sangre.
Nuestra sangre.
*Gracias a Mara Oliver por pronunciar estas palabras que desconocía y que tienen mucho significado para mí. Ahora más que nunca.
Y sangre que seguirá en pie transmitida a tus hijos y a los hijos de tus hijos... Si es que mi abuela tenía razón, de verdad, de verdad de la buena, somos eternos ;)
ResponderEliminarUna entrada muy bonita ^^
Yo tampoco conocía la cita y también me ha encantado, igual que me ha encantado la entrada. Fuerza y rebeldía, Rebeka, es una buena herencia. La mejor ;)
ResponderEliminar"La sangre, es la sangre..." Dicen, y es cierto, ella llevamos a los que fueron, son y serán. Es extraño si te paras a pensarlo, pero también mágico.
ResponderEliminarEstas nuevas palabras inspiradas en Alberti son muy emotivas.
Paso a paso, letra a letra terminarás alcanzando tus sueños.
Un fuerte abrazo : )
"Porque sus corazones de ceniza y huesos ayudan a mi corazón a seguir latiendo. Sus latidos son míos también." :')
ResponderEliminarpoco más que añadir, te diré como Claudia a Lestat y Louis: QUIERO MÁS.
:)
Toma el tiempo que necesites, estoy deseando leerte.