sábado, 8 de octubre de 2011

DESHOJANDO MIS OCTUBRES

La lluvia ha comenzado a precipitarse desde las nubes de forma ligera y sin prisa. A medida que van avanzando los minutos, sus gotas finas se van haciendo más gruesas y el viento las dirige hacia dónde él quiere.

Me encanta mirar como esas gotitas diminutas se deslizan y resbalan por la cristalera del porche. Entretanto yo estoy aquí, sentada en este sofá de mimbre entre cojines de seda, acolchados y suaves.

Me encanta sentir como la naturaleza sigue su camino. Me siento parte de ella mientras mi cabeza se pierde en pensamientos, mientras mi corazón late acelerado y mi alma respira para conseguir nuevas energías.

La lluvia sigue precipitándose y yo estoy aquí, acurrucada, con una pequeña hoja seca entre mis manos, girando su tallo una y otra vez, observándola con detenimiento, acariciando su textura arrugada, susurrándola, cantándola, besándola, acercándola a mi pecho en ese lado del corazón donde yace una rosa roja.

–– Soy como esta pequeña hoja - susurran mis labios en voz alta.
Y es que es cierto, unas veces soy fuerte y otras me marchito y soy débil, unas veces me siento inmortal y bailo entre los silbidos del viento aferrada a las ramas de mi árbol sin que su fuerza pueda arrasarme, y otras sin embargo, mis energías se desvanecen y no me sublevo, me dejó llevar sin más y caigo derrotada sobre el suelo.

Lo importante es que tanto en lo alto del árbol como en las grises aceras, sigo siendo yo. Y renaceré, sé que siempre renaceré, porque me sobra raza. 

Y cuando peor esté, alguien me susurrará al oído delicadas sílabas, me hará recordar los buenos momentos. Alguien me besará, me cantará canciones de amor, me sostendrá entre sus manos, me regalará su calor, me observará fijamente y me cuidará…

–– De hecho ya existe ese alguien - canturrea mi corazón en el mismo momento en el que una sonrisa se escapa de mis labios.

Y seré una hoja afortunada. Muy afortunada.

–– De hecho ya lo soy. Ya me siento así. Afortunada. Muy afortunada -grito para que todos me escuchen y mi eco dance entre las montañas.

Y mientras la lluvia sigue su balanceo, permanezco inmóvil entre sonrisas.

Deshojando este mes de octubre que recién marca el calendario, el mes de los cumpleaños, el mes de los otoños que se esconden dentro de mí y me hacen ser quién soy.

Deshojando mis sueños convirtiéndolos en palabras. Deshojando mis sentimientos, dotándolos de suspiros acompasados, de latidos de sangre ferviente, de alegrías y tristezas, de lágrimas y sonrisas…

Y escribo en un papel arrugado que me siento viva. Que a pesar de todo mantengo la esperanza de que hay cosas bonitas inimaginables que están por llegar a mí, que hay sueños que se van cumpliendo, otros que van surgiendo y que añado a lista de deseos.

Me siento viva, sé lo que tengo, sé lo que compone mis octubres, mis otoños, y por ello puedo deshojarlos, segundo a segundo, como me plazca.

Yo que una vez creí no tener nada. Suspiro, sonrío y tiemblo. 

Tiemblo, pero no de frío, sino de felicidad.

Ahora la luz penetra entre la oscuridad de mi alma. Ahora la lluvia se desliza pero no empapa. Ahora las lágrimas se derraman pero no dejan surcos a su paso. Ahora mi alma no se siente prisionera ni ahogada. 

Ahora la naturaleza sigue su curso y yo sigo sintiendo en libertad.

Fuerte.       
                             
Inmortal.

Deshojando los octubres de los que soy dueña.

Deshojando mi esencia en palabras brillantes como luceros.

Mi estrella brilla encendida sin miedo esperando que llegue la noche para resplandecer.

Yo mientras tanto, veo la lluvia caer y deshojo mis octubres en papel.


3 comentarios:

  1. Deshoja tus octubres y degústalos como merecen, pero no te olvides de que a veces las cosas buenas no llegan solas, hay que salir a buscarlas con ganas para hacerlas llegar ;)

    Saludos ^^

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  2. "Deshojando los octubres de los que soy dueña"

    Destacaría esa frase entre todas las hermosas que has pronunciado. Digo pronunciado porque me gusta la escritura que no es lectura, sino palabra. Que se hace sonar como palabra.

    Me encabeza un Anónimo por ganar tiempo porque voy con prisas, qué raro ;)
    Pero te firma Begoña.
    Un beso y arriba esa positividad contagiosa en esta mañana de lluvia.

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