miércoles, 26 de octubre de 2011

HADA CON ZAPATOS DE CRISTAL...

Existe una mujer con alma de niña que se llama Maite. Mai para sus amigos.

La encanta cazar palabras. Y esas palabras se convierten en poesía para las pupilas que necesitan leer  que los sueños a veces se hacen realidad y que las malas rachas se acaban esfumando con el tiempo. 

Siempre intenta comprender, no juzga, aconseja y hace todo lo posible para que las personas que tienen contacto con ella sean capaces de ver el lado feliz de la vida. Cree en la esperanza y la regala en sus párrafos.

Basta pronunciar las tres letras de su nombre y ella acude, se disfraza de hada madrina para ayudar a aquellos que la necesitan.

Varita con forma de estrella en mano, engalanada con un vestido vaporoso de tul, calcetines de colores y zapatitos de cristal, revolotea entre el eco del viento. Saca fuerzas de sus venas aunque no las tenga para hacer sonreír a las personas que se cruzan en su vida. Con letras inventadas por ella, con libros creados por otros, con videos que arrancan sonrisas y funden el dolor, con felicitaciones de cumpleaños, cartas y emails…

Mai sabe cómo llegar al corazón de las almas dañadas y golpeadas por las piedras del camino.

Mai, esa hada madrina que aparece al pronunciar las tres letras de su nombre, basta con mirar al cielo en busca de estrellas resplandecientes.

Mai, la chica de las zapatillas azules, la niña de los calcetines de colores, la mujer de los zapatos de cristal.
Zapatos de cristal de tonalidades diferentes, de estilos diferentes.

Con la suela plana para caminar cada día y embestir las piedras del camino, con un poco de tacón para volar y rozar las estrellas, y con un tacón alto para disfrutar de las noches de fiesta y amor.

Unos se los regaló su familia, otros su chico y otros todos aquellos que la tienen como un alma amiga.

Unos son blancos y brillan igual que el arcoíris, igual que sus calcetines de colores y sus sonrisas, y en su textura están  grabados -aunque no se vean-, un montón de instantes plasmados en antiguas fotografías.

Otros contienen pequeños diamantes luminiscentes que fulguran sin cesar, pequeñas piedras preciosas que solo regala el amor. El amor de su pareja.

Y otros están revestidos de tela transparente, de tela tan cristalina como la Lluvia, como la Nieve fundida, y su fina seda está garabateada con una caligrafía muy pequeña que contiene algunos versos en prosa inventados por un alma amiga con el único objetivo de dar las gracias y arrancar sonrisas.

Mai, cazadora de palabras y esperanzas, chica de zapatillas azules que camina por la vida sin dejarse vencer, hada madrina de sueños, mujer de zapatos de cristal y calcetines de colores. Alma pura.

A veces no es consciente del bien que hace a otras personas con sus palabras, a veces cuando se la esconden las letras no sabe que su tiempo también llegará, que sus sueños también se cumplirán…

Y el día menos pensado divisará en un libro grandes letras creadas con sus manos, acompañadas de instantáneas capturadas con su propia cámara…

Y ese día las estrellas brillarán con más fuerza que nunca, aunque la oscuridad oscura domine la noche… y desde un pequeño piso en una ciudad del norte, su amiga Beka sonreirá orgullosa y feliz por ver los sueños de su amiga cumplidos.

Y después de esos sueños, seguirá soñando y creando muchos más, nunca se rendirá, porque tendrá a su familia, al hombre de su vida, a sus amigos. Y cuando mire a las estrellas de su alma, sabrá que una de ellas que a momentos se sintió apagada volvió a conseguir su luz gracias a sus palabras.

Existe una mujer con alma de niña que se llama Maite. Mai para sus amigos.

La encanta cazar palabras. Y esas palabras se convierten en poesía para las pupilas que necesitan leer  que los sueños a veces se hacen realidad y que las malas rachas se acaban esfumando con el tiempo.


*Para una amiga en la distancia y en la cercanía. 

4 comentarios:

  1. Esa Mai será cazadora de palabras, pero ante un relato como este, me da a mí que se ha quedado sin ellas.

    No encuentro palabras para agradecerte esto. No sé si algún día llegaré a brillar como tú dices. Pero que ya brillo con amigas como tú, de eso no dudo ni un instante.
    Soy quien soy, precisamente, por personas como tú.

    Gracias. Desde el fondo de mi corazón, gracias.

    Mai (te) :P

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  2. ¡¡Ha sido precioso!!

    No conozco a Mai tan bien como tú, pero cada palabra escrita me hacá recorarla. La has descrito con tanto detalle que ya la podía imaginar ante mí con su vestido de gasa y una varita en la mano... XD

    Yo también estoy segura de que acabará brilando. Y, si no, tiempo al tiempo...

    Besos ^^

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  3. Precioso, Rebeka, y 100% de acuerdo con todo: esta chica es un ángel :)

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