Yo sé lo que es tallar recuerdos y revivir esos
instantes para sobrevivir.
Unas cuantas tardes, hace ya algún tiempo, comencé a
tallar recuerdos.
Pero no solo los tallé en la memoria, en la piel, y
en el corazón.
Tallé recuerdos también en un pequeño fragmento de
madera de roble.
En esa madera están guardados muchos segundos,
segundos impregnados de abrazos no correspondidos que sin embargo llenan el
alma, de miradas cómplices, de gestos, de sonrisas, de palabras cuyo eco sonoro
apenas recuerdo, de enseñanzas, de cariño, de amor, de libertad, de igualdad,
de fraternidad, de puños en alto y corazones que laten apresurados por sus
sueños…
Tallé recuerdos en un pequeño fragmento de madera,
que al mirar ahora, me ayuda a sonreír.
Sin saberlo, tallé recuerdos junto a una de las
personas más importantes de mi vida, y ahora, después de un tiempo de
tempestad, lluvia congelada, de noches cerradas sin luna y sin estrellas, de
días de cielo gris…ahora me doy cuenta de lo afortunada que soy.
Ahora sé que esos recuerdos son uno de los mejores
regalos que la vida me podía hacer.
Esos instantes y un montón de ellos más, que
acelerados se agolpan en mi mente esperando su oportunidad para ser revisados.
Instantes olvidados que aparecen sin avisar arrancándome sonrisas.
Ahora sé lo importante que es tallar recuerdos, en
madera, en la piel, en el corazón y en la memoria.
Ahora, cuando al cerrarlos mis ojos divisan una mesa
de trabajo, ciertas herramientas punzantes guardadas en pequeñas cajas, lápices
de carpintero sobre papeles arrugados, metros y reglas colgados de la pared,
ahora sonrío, sonrío y sonrío.
Pero también lloro de felicidad, por poder tener
algo que recordar.
Quizá algún día vuelva a coger esas herramientas y
vuelva a tallar pequeños dibujos en trozos de madera, aunque no se me dé tan
bien…
Mientras tanto me conformo con seguir tallando
recuerdos en papel, deletreando sentimientos, anotando el pasado para que no se
me olvide y forme parte siempre de mi presente.
Tallé, tallo y tallaré…porque sé que los recuerdos
es lo único que nadie nos puede robar…
Seguiré tallando recuerdos en nuevos relatos que
hablen de tallar…estas pequeñas palabras son solo un comienzo.
Lo mio son tatuajes marcados en la piel, e indelebles.
ResponderEliminarUn beso.
Si yo supiera tallar en madera tallaría un sol. Uno muy grande que alumbre en los momentos de oscuridad, aunque creo que sin saberlo lo tallé en mi corazón.
ResponderEliminarHermosa entrada.
Tiene que ser genial saber tallar, pero debe ser también un arte muy dificil. Te animo a que sigas tallando todos esos recuerdos tan importantes para ti, y que tanto bien parece que te están haciendo.
ResponderEliminarUn abrazo enorme :)
Yo no tallo. Me dan penita los árboles. Yo tengo una caja de secretos/recuerdos. Ahí voy guardando momentos, besos, risas :)
ResponderEliminarMil besos, amiga
Entiendo perfectamente todos los sentimientos que has evocado con esta entrada ya que yo tambien he tenido recuerdos que tallar y rememorar...cuantas noches sin luna y estrellas he atesorado, y cuanta luz he guardado para mí. Me ha encantado tu entrada
ResponderEliminarUn beso mágico
Los recuerdos siempre con nosotros, te ayudan a recordar todo lo que ha pasado para llegar y algunos te hacen salir adelante
ResponderEliminarGracias por pasarte:)
abrazos
grandes!
Yo tallo con palabras, se me da mejor y me salen directamente del corazón. Pero esta idea me parece hermosa y poética :)
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